28 de noviembre de 2008

Vitivinicultura jujeña 2

Un artículo de Vino al día Fecha Lunes 9 de Junio de 2008

http://www.vinoaldia.com/vino/ar/noticia/la-vitivinicultura-una-oportunidad-para-jujuy/

La Bodega Dupont, cultiva sus viñedos a más de 2.000 metros de altura lo que le da al vino un cierto carácter, aunque deben superarse algunos problemas como las bajas temperaturas, que modifican el periodo de maduración. Sin embargo el emprendimiento ha tenido un éxito particular, atendiendo a que la actividad es no es común en esta región del país La Quebrada de Humahuaca, por sus características climáticas, es un lugar excepcional para la explotación de la vitivinicultura; ya que las particularidades de la zona permiten producir vinos de alta gama, con bouquet y aroma singular, proporcionados por el sol, la altura y la escasa humedad.

Marcos Echart es el responsables de los vinos.

Fernando Dupont, propietario de la Bodega, explicó en la presentación del 31 de Mayo de 2008, que el emprendimiento comenzó partiendo de la idea que si las plantas aromáticas se daban muy bien en las alturas, porque no probar con la vid. Es así que se consultó al INTA regional ubicado en Hornillos “y empezamos a experimentar con diferentes técnicas para mejorar la calidad del vino”; destacó; quien además informó que en la bodega trabajan ocho personas del lugar, quienes a lo largo del proyecto han aprendido a cultivar esta clase de fruto:“Nuestra intención es salir a la venta con tres mil botellas que principalmente serán comercializadas en la región de la Quebrada. También tenemos previsto llegar a Buenos Aires, pero primero priorizando la provincia, ya que pretendemos que el turista pueda conocer el producto en los hoteles y restoranes de Jujuy”.

El nuevo producto se llama Punta Corral, cosecha 2007, las distintas variedades que lo componen fueron estacionadas en barricas, para luego unificarlas en una meticulosa y sabia proporción: los amistosos y dulces Malbec de barricas americanas, las prensadas de Cabernet y Syrah, el indómito Syrah con sus ya atenuadas aristas, el Cabernet gota con sus característicos pimientos y por supuesto el Malbec, distintivo del viñedo.

Apenas unos días después, el varietal fue pasado a las botellas y con gran cuidado encorchado sin aire. Luego fue instalado en una construcción hecha de gruesos adobes con techo de barro y sombreada por añosos molles; un lugar fresco para esperar el momento de ser etiquetadas y embaladas para ser vendidas.

El vino que se viene transformando desde el día de la cosecha de otoño del 2007, cuando sólo era un proyecto y una ilusión, ha pasado todo un año estacionado para lograr una esencia que lo hace único, con fuerte presencia y una nueva entidad.

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